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El martes
el 22 de febrero de 2005

 

¡Dure día en Chile! ¡Ah, cómo nosotros no queremos pensar que eso pensó, cómo queremos que este día esté como todos los otros - grande y despreocupado y hermoso - pero no, la prueba como nosotros podemos, estamos allí, colgando con nosotros como una nube poco oscura, alto arriba, todo el día largo!

 

Nosotros nos despertamos en la hacienda de hacienda - Casa San Regis - al sol brillante y una brisa ligera, y encontramos esperar de desayuno en la veranda por la piscina bajo una paraguas sombreada. ¡Una brisa pacífica ligera lejos las viñas se proporcionaron! ¡Cuán muy amable!

 

Las viñas rodearon la hacienda, así como ellos tienen para sobre 200 años ahora, todavía productivo, todavía exuberante y hermoso, para muchos acres en tres lados. ¡El plantar más allá de la piscina fue separado de nosotros por una fila alta de árboles de pino que eran aparentemente bastante atractivos a abejas en esta época del año - el aire estaba repleto de su zumbido ocupado, audible de nuestra ubicación cincuenta pies lejos! La palabra española para el zumbido así llegó a ser un tema de conversación - zumbir - como es tan interesando fonéticamente. Curioso no es, las cosas uno encuentra interesar y digno de diez minutos de su tiempo cuando el día es como despreocupado e imprevisto eran como nuestro. De todos modos, la brisa finalmente sopló a nuestra atención el que había agarrado la atención de abejas - polen. Un polvo fino era evidente cuando la luz del sol golpeó apenas tan.

 

La Dueña - The Owner
La Dueña - The Owner
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Marcela y Alexis nos unieron para nuestro desayuno - carne ligeras, los quesos, los tomates, el jugo, el café - y para unas pocas horas de conversación maravillosa, nosotros gozando el lugar y su compañía. Cuando ellos dejaron para un recado, nosotros fuimos invitados a explorar el motivo - especialmente las vides para se cosechar de su cosecha blanca abundante de uva de mesa, se dirigieron a Europa y los mercados de EEUU. Los grupos magníficos, rellenitos y repletos en el pico de la prontitud. En el campo nosotros encontramos a muchos trabajadores que hacen el cosechar - con el amor y cuidan como las uvas eran apenas correctas - el manejo áspero magullaría y azotaría éstos ofrecen premios - y encontramos también un grupo de tres hombres oficiales que miran - vestido en ropas de trabajo de campo pero obviamente "en la carga" - y uno de ellos, el mayor, resultó ser padre de Marcela - el dueña (dueño) - Un hombre amablemente apacible más que dispuesto a darnos la versión larga de la cosecha, la metodología, la historia, el lugar.

 

Esa caminata en el campo también me proporcionó con un empujo pequeño mono a mi ego - como entré el campo, ducking abajo bajo las primeras filas de uvas, yo me topé con un grupo pequeño de media docena señoritas que hacen parte del escoger. Ellos fueron vestidos en sus faldas largas con blusas y pelo flojos arriba en pañuelos - recorriendo en la edad de 20s a 40s - un burbuja sonriendo terreno que respondió bien a mi Hola y saludos de días de Buenos con miradas pequeñas monas entre sí mismos acerca de este obviamente tipo de gringo que anda por. Entonces como yo los pasé comencé a oír que el parlotea detrás de mí: hermoso de Que, guapo de que, etc. (Mirar cuán agradable cuán guapo). ¡Yo ciertamente no esperé eso! ¡Y no lo tener inconveniente en cualquiera!

 

Nosotros finalmente tuvimos que empacar, e izquierdo a poco de que el mediodía, se prepara para explorar un poco más en esto el valle bonito del río - habíamos visto una espuela lejos la carretera principal que dirigió el sur el día antes y dirigió en esa dirección. Nosotros no obtuvimos muy lejos aunque. A poco de que el turnoff llegó a ser un valor industrial que mina el complejo y nosotros se fueron vueltos. Averiguamos un café de minero, que no pasó la prueba de Ignacio, y en lugar se dirigió a un lugar del almuerzo que habíamos visto arriba en la carretera principal - un comensal pequeño cuyo traspatio era el río él mismo.

 

The Waitresses
The Waitresses
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¡Allí fuimos rogados a un gran - pero sencillo y hermosamente presentados - (Nosotros nos imaginamos a nosotros mismos que la camarera y el cocinero tomaron tiempo extra a hacer nuestros platos miran apenas tan! ¿Lo puede creer usted?) ¿ - El almuerzo de una chuleta de puerco, de ensalada, de los vegetarianos, y del vino - qué más puede hemos pedido? - Y un vaquero interesante - un huaso - a la bota. O quizá un minero - aunque favoreciera la teoría de huaso. ¿De todos modos, este hombre más viejo entró y se paró el tiempo entero que estábamos allí - no hablando, no comiendo, parándose apenas allí - él pareció estar esperando alguien venir por, quizá él recoger, darlo un paseo - y él tenía una rama verde pequeña de alguna clase de hierba, quizá oler ocasionalmente, para mantener bichos lejos, para utilizar como un ventilador pequeño? - Quien provocó la misma imagen para mí como el otro hombre, el huaso verdadero, más temprano en el viaje había batido - la fuerza y la bondad, nervios y compasión duros, áspero y listo mas humilla, todo en un hombre, un huaso.

 

Para postre nosotros finalmente tuvimos un favorito chileno - la nota de huesillo - una compota de fruta con empapado soplado arriba arroz como una base. En nuestro había una sola fruta entera - como un melocotón pequeño - ablandado de ser empapado en el agua azucarada sirvió en una cama de arroz empapado aguado. Dulce, el frío, refrescando.

 

Cuando avanzamos fuera, abajo el piso del valle, nosotros pasamos otra vez por Andes de Los, tomando esta vez nota - mientras estábamos en una luz de detención, de todas cosas - de un edificio azul pequeño de adobe que dijo "el Hospital de Andes de Los." ¿Pregunté yo, "Oye, yo me pregunto si podríamos obtener una visita? ¿Yo me pregunto si ellos entregan a bebés allí?" Así, lejos fuimos. Nosotros nos arrancamos en la acera para estacionar y en fue. ¡Preguntamos al voluntario en la entrada, que obtuvo al tipo de la seguridad, que nos tomó al administrador, que llamó Partido Laborista y la Entrega, que llamó a la comadrona de turno, que vino a encontrarnos! Ella nos viajó alrededor del hospital - durante noventa minutos por lo menos - y era así como agradable y también informado podría ser como.

 

¡Ah, tuvimos un mira todo, inclusive un paciente que trabaja que era ocho cm dilatado, el piso postnatal, el piso de postop, la unidad prenatal, el espacio operador, la sala de partos, aún el vestuario! Hablamos acerca de sus protocolos para el cuidado prenatal, las admisiones prenatales, las tasas de la cesárea - y fui impresionado bastante con el nivel general del cuidado. ¡La mayor parte de sus protocolos imitaron nuestro (o quizá nuestro imito suyo!) El lugar era limpio, simplemente pero bien amueblado, y pareció un lugar fino a o recieve o proporciona el cuidado. Hay cinco ob-gyns en el personal y ellos son un centro de la referencia para algunos tipos de la cirugía de gyn. ¡Muy interesante, verdaderamente!

 

Partiendo el hospital así, el tiempo había venido para nuestro final maneja - al aeropuerto - encontrar Luis de la compañía de la renta - mirar algunos se imaginan de la parte temprana del viaje - decir nuestro adioses. ¡Lastima de Que - un vuelta de la! ¡ - Cuán triste - hasta que volvamos otra vez!

 

Ahora, a viajar esto distante conmigo, y recordando conmigo toda la diversión los viajes pequeños del lado y sorpresas inesperadas que nos aguardaron en cada empalme, usted puede entender nuestra adopción de una frase pequeña, insignificante en él mismo, como el sinónimo para nuestro viaje: "no Vuelta Equivocada"